lunes, 26 de septiembre de 2011

LA VIDA PIRATA

Por allá avanza un gran navío surcando los 7 mares, con su gran capitán y su tripulación exultante. Y entre ellos un joven pirata, con los bolsillos llenos de ilusión. La suave brisa golpeando suavemente su fina pero áspera barba, notando los suaves golpes del movimiento del barco provocados por el oleaje impactando contra el cascote de proa, que se proyectan a su vez en su piel morena mediante diminutas y suaves gotas saladas con sabor a victoria.




Un largo camino de piratería espera donde conseguir el gran botín común de la tripulación entera, que no es otro que el de saborear al fin algo de ron para el gaznate. El rico y apreciado tesoro por el que luchar y olvidar así la larga temporada lejos de la civilización. Con el único consuelo de poder pisar tierra 3 días a la semana... Al menos tiene el resto de compañeros tripulantes en los que fijar su atención, ya que todos desean y anhelan ese gran tesoro final.

La nave de gran tamaño avanzaba sin cesar por las cada vez más intranquilas aguas, el viento soplaba aún con más fuerza, como si de repente tuviera prisa cual perro olisqueando un rico manjar cercano y corriendo en su busca.

La limpieza de la cubierta era dura, durísima si se me permite exagerar un poco. Estaba cubierta de sangre, sudor y lágrimas. "Y eso era el principio, de este barco nadie probará una sola gota de la gran bebida sin dar nada a cambio" pensaba el gran capitán, mientras con su mirada penetrante observaba el resto de la tripulación, como si con eso bastara para que los jóvenes y aguerridos piratas se dieran por aludidos. A pesar de su apariencia seca y extricta, era un gran tipo.



Pasaban los días y los fatigados muchachos seguían con sus quehaceres. La técnica del parche era vital para su supervivencia, que en caso de lograrla habrían cumplido su sueño. Dicha técnica consiste en un mecanismo pirata de mucho tiempo atrás, durante la gran guerra del océano azul, más conocido en el mundo pirata como "la gran guerra azul:

"Era una mañana fría, el gran momento llegaría en un par de horas y los últimos preparativos para el asalto de "el gran buque",estaba llegando a su fin. Dicho buque estaba custodiado por 5 navíos con gran arsenal, dispuestos a dar su vida por defenderlo, dificultando así la operación. Cuando uno de los novatos recordó cómo murió su padre, pirata también... En uno de los asaltos, cayó al piso inferior y de la oscuridad apareció directo a su corazón un sable. La ausencia de luz cegó su mirada para siempre. Pero no ocurriría lo mismo con este valiente pero inexperto muchacho. Y expuso su idea al resto.
Minutos antes del baile de sangre, 5 piratas se enfundaron el hoy en día tradicional parche en el ojo. Su función era visualizar al menos con un ojo la oscuridad, para así adaptarse a ella, y no estar totalmente ciegos cuando esta llegara. Así fue como estos valientes e inteligentes piratas lograron sobrevivir, gracias a una "tontería" tan grande como colocarse un parche en un ojo. Uno de esos jóvenes capitanearía unos años después el gran navío donde nuestros protagonistas iniciales se encontraban en estos momentos..."

Con esto quiero deciros que a veces hay que saber adaptarse a la oscuridad, para poder ver a través de ella. No importa lo negro que esté, siempre se podrá encontrar un poco de luz.

No sabemos si nuestro protagonista logrará algún día su ansiado tesoro. Lo que sí que está claro, es que no cesará en su empeño para poder tomar una sola gota de esa bebida mágica, derramando cuanta sangre, sudor y lágrimas sean necesarias para lograrlo...


Y como una bella sirena me dijo una vez...: "(8)... un gran pirata soy (8)"


P.D. Brindad compañeros yoho! http://www.youtube.com/watch?v=I2A95Dp2X0A